domingo, 21 de diciembre de 2014

Estado de sitio


Vida, un pasillo con habitaciones a los costados
transcurso de los años, mi vida
cada dormitorio una etapa significativa
(Ettore Scola sonríe condescendiente)

Me dijiste que te gustaba esa imagen
ahora, luego que la lluvia primaveral
barriera las calles
te imagino risueña, conversando con tu marido
jugando con tu pequeña hija
¿me recuerdas, aunque sea en sueños?

Las habitaciones de mi departamento están vacías
sonámbulo deambulo y no sé lo que busco
tropiezo con sillas y puertas
fumo melancólico en la terraza
una gripe mortal decretó mi claustro

La ola a presión estuvo anoche a punto
de estallar
rutina de pareja, sordera voluntaria
multitudes convulsas en compras navideñas
a un paso de salirse de control

Ahora, en silencioso destierro
te recuerdo y el carmesí del ocaso
se resiste adornar mi ventana

Conversaciones de pasillo, prisa en corredores
tanto iluminaste mis ojos
y es probable que todo se esfume en el vacío

viernes, 19 de diciembre de 2014

El horizonte ante nosotros


Vivir solo, en la orilla del agua sucia
tal vez todos somos periféricos
humildes, lectores nada más
no pretendemos elevar el discurso imperial
meros accidentes de este Universo infinito
el ser humano, un tropiezo del azar.

Sin embargo el torrente no se detiene
fluye cálido en nuestro interior
intensa pulsión
la adornamos con símbolos y palabras.

Estrella solitaria:
si dos miradas coinciden en ella
erigen un puente de humanidad.

Y los padres de la memoria
nos observan
omniscientes desde el Olimpo:
la tradición no muere.

Un rasguño en la roca bastaría
no en la gloria, ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción.

La huella se traza sobre piel sinuosa
en las sombras que perpetúan nuestros pasos.

domingo, 7 de diciembre de 2014

La pesadilla de Maquiavelo


Idealismo adolescente, vigor en la lucha
con férrea convicción;
las Grandes Alamedas se abren libre a nuestra voluntad
(nadie nos advirtió que construimos sobre arena movediza).

Somos libres, así nacemos
está consagrado en la Constitución
los Derechos Humanos son inalienables
nos enseñaron en la escuela, y mientras dormíamos
la máquina del sistema funcionaba sigilosa
y eficiente
máquina de moler carne y fábrica de embutidos.

La locura es una enfermedad social, taxonomía
que atrapa lo inasible
pero un vaho atraviesa todos los cuerpos
la carne y lo social:
autómatas programados nadan en la ilusión
de libertad
y creemos ser felices en esta siesta.

Debemos recuperar la conciencia
el cuerpo humano se mimetiza con el cuerpo social
(Foucault sonríe burlón)
hologramas de una realidad virtual
(Wittgenstein lanza improperios en contra del solipsismo).

El ser humano teme a su propia sombra
Teillier nos consuela bajo el atardecer de Lautaro
qué lejos está el París que clamaba
Prohibido prohibir.
Desolados por la más feroz de las epidemias
en la canícula deshidratada de un balneario argelino
la urbe es una cárcel que hiede a muerte y putrefacción
(en el extrañamiento, la Ciudad Luz es una suave y dolorosa
nostalgia).

Entre dos tierras antagónicas, con el filo de la guadaña
acariciando nuestra espalda desnuda
la redención se encuentra en la ternura
la de los pequeños actos y las cosas simples
aquella que nos legara Camus
sangre que acaricia el cuerpo maltratado.

jueves, 4 de diciembre de 2014

Musitar el silencio


                                       Al periodista José Carrasco Tapia (1943- 1986)

El silencio del sepulcro esconde
una vibración latente,
murmullo que cubre le cielo de resquemores,
latigazo insolente, pantera que salta cual estallido
sobre su presa.

Sabio ismaelita,
comprendió precoz el valor del silencio
que cargar el yugo de sus palabras.
(solaz es la mordaza sobre la calumnia)

Tantos años silenciados, el bofetón en la boca
duele más que la segunda mejilla,
¿sabremos ser una gacela sigilosa
sobre un tejado de cristal?

La tribuna periodística es trofeo
a la elocuencia,
nos enseñaron en las aulas,
pero la responsabilidad no sólo se equilibra
en el buen juicio
(un pez exhibe el cadáver,
su boca es el botón de muestra)

Un auditorio atestado de oídos aguarda
expectante,
y la palabra es arma de doble filo
-no tientes al destino, muchacho.

Una voz emancipadora vigoriza
la amargura del pueblo,
y en sus acordes la profecía anida verdades:
cómo lo ha crucificado, la furia del poderoso.

Los micrófonos son fríos en su espera,
el metal tranquilo de la voz puede agitar
multitudes,
poder de la palabra,
savia que emana de los tropos poéticos
el hidratante de bocas hambrientas,
jamás las flores en su fisonomía más explícita:
la rosa debe florecer en el poema,
para canciones fúnebres nos sobran años.

viernes, 28 de noviembre de 2014

Cántico revolucionario


Idealismo es el perfume que a todos nos cautiva
reverso insidioso, erupción latente
ídolo con pies de barro

La historia del marxismo está plagada
de serpientes que se muerden la cola
pobre Milicia Republicana
sucumbe como marioneta
hilos cortados por Stalin

Enemigo del pueblo era la consigna
voluntad reformadora al totalitarismo
en un abrir y cerrar los ojos
premisa de colectivizar la tierra
la victoria del proletariado
como paraguas impermeable al capitalismo
(libertades individuales aplastadas
sucios insectos)

Stalin un gigante digno de veneración
caza de brujas a revisionistas
Neruda escribe un Canto de amor
y el poeta Maiakovski bajo la lupa de la KGB

¿Dictadura de hombres buenos
o fantasmas nos someten implacables?

Figuras sacras
de yeso y huecas por dentro
en nombre de la revolución se masacran niños
el papel todo resiste

El mapa se distancia de la geografía
alza el vuelo
las ideas son bienes de intercambio
y la naturaleza humana
brújula desbocada

sábado, 22 de noviembre de 2014

Pájaro raro


Las branquias, las branquias fueron el problema.
No soy anfibio, se lamentaba.
En la playa una fiesta descomunal abría
sus fauces al hedonista que se uniera.

Oliveira tiende un puente de tablones
entre dos edificios.
Al lado de allá, Talita llora.
El argentino afrancesado siente vértigo
sentado en medio del vacío.

Hablar una lengua muerta o gesticular
señas de sordomudo a un ciego.
Los porotos pueden saltar de la paila marina
al consomé
pero la médula del osobuco está
en el rostro de la niña triste
ofensa inexplicable
laberintos mentales no suelen
ser desmadejados por la víctima.

Sentimiento íntimo, agujero sideral
impotencia de manos crispadas
incapaces de dibujar el paisaje con claridad.

Extraviada, Virginia Woolf deambula sin rumbo
por calles neblinosas.
Soledad insular
cuerpos fantasmales pasan desapercibidos
el aullido desgarra
eco en sordina, rumor pasajero.

jueves, 25 de septiembre de 2014

Chile diverso


Allende colocado en el tránsito histórico
herida indeleble en el derrotero de los progenitores.
Veo fotografías, reviso archivos,
lecturas documentadas
yo naci cuando la mecha había incendiado
las playas
los desencuentros generacionales son inevitables

Tardes soleadas en la parcela de Maipú
mi padre respira aire fresco
enarbola argumentos.
Rebato desde las ideas, los conceptos
él evoca la dureza de llegar a casa
con las manos vacías

Cappuccino en el casino de Televisión Nacional
escenario de hechos históricos, emblemáticos
los compañeros de práctica son menores
han distendido las noches veraniegas
cortejando niñas en Vitacura

Clamo:
-La bota prepotente fue inmisericorde
mordaza violenta en la prensa y en los poetas
cúmulo de osamentas navegando el Mapocho

Ellos son hijos de la bonanza neoliberal
crecieron con la imagen torcida de la Transición
al alero de la pantalla chica
encienden velas a la derecha progre-
sista

Me quedo mudo
oteo el horizonte con desencanto
como partido de rugby con jugadores ciegos
avanzo a cada paso, temo la arremetida imprevista
discursos de lenguas muertas

Sin embargo, hay un estupor mayor:
jóvenes responden con una mueca
las preguntas sobre el insomnio criminal
somos todos ciudadanos de la misma Patria

Cada cual construye su propio Chile

Brisa marina



A la poeta Bárbara Délano

También vi caer la nieve
sobre los duraznos desnudos
en el Jardín de mi infancia
y era pequeño, la melena con chasquilla
el Jardín extendió sus límites
traspasando las fronteras del mundo
y no sentí la brisa salobre de la playa
ni hundí mis pies en el mar de nieve
ardiente.

Los pasillos de mi casa eran un laberinto
cada pieza una estación olvidada
a las ocho de la tarde llegaba mi padre cansado
y en la cena familiar el televisor
exhibía imágenes desvaídas
reflejos imperfectos de las sombras.

Mi madre develó como un juego
la farsa patriota del Capitán General
y avanzados los años en el colegio
los rumores adquirían apariencia
cada vez más real.

Pude ver insomnes mudos los rostros
sin orillas flotando sin destino
en fotografías de la prensa clandestina
puedo verte
danzando sin cabeza
desnudo sobre las olas llameantes
mas desconozco tu nombre
no eres mi amigo, tampoco un familiar.
Muchos años después entendí:
las palabras ya no designan
objetos ni situaciones.

La bóveda del mar era un chisme
no rozaba mi piel
memorizaba historias y causas judiciales
y una niebla de pureza me acompañaba
distorsionaba los contornos
del pavimento escabroso y de la carne
putrefacta.
Angelito que sigue soñando con el Paraíso
enclaustrado en ficciones
historias en Tecnicolor:
el áspero rigor de la brisa marina
siempre llega
inevitable como la muerte.

Pagamos en este mundo la dulzura
de los duraznos bajo la nieve.

viernes, 29 de agosto de 2014

Tránsito histórico




Juventud adolescente, idealismo como espuma,
la savia social corre por la sangre, pensamiento
en formación,
aulas universitarias construyendo teorías.

El pasado inmediato empuja hacia las olas,
grandes discursos se tienden como puentes,
el materialismo histórico solidifica una meseta
práctica, sobre la cual otear
el paisaje circundante.

Gen adherido, raíz atávica que proyecta
sombras chinas,
biografía personificada en el escenario.

Pero el cisma teórico, la fuerza telúrica
que desarma la Modernidad
no puede obviarse,
polen estival que atraviesa ventanas
y postigos,
y hay que asirse a una etiqueta
para mantenerse a flote.

La poesía es el discurso de la tribu,
corriente subterránea
sobre ella descansan las ciudades,
pan de cada día
pese a que no sea grato al paladar
de todos.

Navegar con la corriente o morir,
el poeta es instrumento vocal de su época,
rasguñar la tierra para dejar huella,
el oficio de escribir no puede ser
trozo de género que se arranca al tejido
del orbe.

Sin embargo yo me siento parte del todo,
un granito más de la ingente playa,
desconfío del vate mesiánico
y de los profetas modernos.

Escribo para drenar mi verdad
contenida entre retazos biográficos,
algunos de algarabía, otros traumas
dolorosos,
un plasmar la sombra inconsciente.
El Tiempo y la Vida se encargarán
de dar forma a los grandes discursos
o diseccionarlos como piezas de museo,
un tránsito histórico
soy sólo un espectador.

jueves, 21 de agosto de 2014

Distancia intelectual


Instinto de vida arrabalero, los Bajos Fondos desprecian
la vida acomodada:
el riesgo, la gallardía, zonas inseguras; torbellino que aturde,
sin lugar al pensamiento ni al sosiego.

El hábitat natural del poeta es la marginalidad,
ser consecuentes acarrea sacrificios abnegados,
la vida del pobre puede ser muy sabia,
voluntad que envejece.
No se puede jugar al burgués fariseo,
y rendir cuentas a la vida sólo bajo el chorro
de las luminarias.

Hijos del tránsito histórico, víctimas de las circunstancias:
los cerdos son conscientes del afrecho
que le ofrecen los humanos.
Palacio de espejos circense, la fisonomía se disuelve
en máscaras de carne prestadas.

(el determinismo no pasa de ser un enunciado)

Antaño, por tierras edénicas
que atraviesan el lar,
solía rendirle tributo a las manos de Dios, marioneta
dócil y sumisa,
pasividad que se rebela al seducir los hilos.

(Pirandello llora desconsolado, sus personajes
se han emancipado)

Dueño de mis actos, capitán de mi destino,
quise ser el arquitecto de mi propia urbe,
mas el Peso de la Noche aplastó
mi peregrinar.

Aire,
Tierra,
Cielo,
Escombros,
las antípodas se divierten jugando a las escondidas,
y no son más que asientos de la rueda de la fortuna
del gran circo de la vida:
los niños ríen, se divierten.

Estamos condenados a nuestra libertad

Albert Camus increpa hasta la saciedad
la hipocresía de alcurnia de Jean- Paul Sartre:
él creció en poblaciones argelinas,
su rival se rodeó de una magnífica biblioteca,
distancia del conocimiento erudito.

Nadie quiere escupir en su acta de nacimiento,
ni olvidar los paisajes de infancia:
buscamos transparentar el pensamiento
que carece del olor de las callejuelas.

viernes, 15 de agosto de 2014

A la sombra de un Roble


Dos gotas, ¿mellizos?

Nos vestían iguales, la misma melena, la chasquilla,
el jardín de los senderos se bifurca.

Luis Alejandro siempre fue mal alumno no obstante,
sociable, entretenido.
Yo admiraba la sombra de mi padre.
Leía, me encantaba leer.

El hermano mayor abre caminos y compite.
Golpe a tierra, meseta que se quiebra,
hay que equilibrar:
poco importa si estás en desmedro o privilegio.

Luis Alejandro siempre mostró interés por el dinero,
yo ensayaba acrobacias en el aire.

El pecado de Caín fue la envidia, el primogénito
es capaz de fundar metrópolis,
abrigar a la descendencia:
no siempre cuenta con el padre.

A la sombra del Roble,
Luis Alejandro me miraba desconfiado,
cimentaba su imperio en la carencia.

Los celos, un prisma engañoso, ilusión
óptica.

Timón a babor- estribor- babor…
el otoño del patriarca
-nos quedamos con las manos vacías,
mi amor. Tenemos que vivir.

Luis Alejandro fue astuto,
adquirió acciones en la Bolsa en tiempos de crisis.
(Luis Alejandro vagó por tierras baldías)

Algunas noches mi hermano llama,
y ajusta el collar sobre mi cuello.

La vida le ha cobrado la factura:
soy su consejero,
lo invito a pasear por el Parque Forestal
y olvido darme cuenta que no escucha.

viernes, 8 de agosto de 2014

Niña insidiosa


Te conocía tan frágil, Paloma.
Translúcida, creí que la brisa te haría levitar.
Me aventajabas en edad, mas la dulzura
emanaba por tus poros.

Vulnerable,
fui un manto protector.
Juego de ilusiones, errores pueriles:
compañía.

El perfume de tu sensualidad,
cadencia exquisita de tu experiencia en el lecho
la de pasión,
me hicieron delirar ardiente tras la promesa,
comezón de sinuosidades que embrujó mi inocencia,
deseo que anidó en páramo estéril, famélico:
me negaste la sal y el agua.

Como un adolescente salí a la calle en tu búsqueda.
Te encontré haciendo el amor con un desconocido.

En ese momento, con tu rostro en mi retina,
adorada Maldísima,
decidí instalarme a vivir en la Plaza de Armas.

viernes, 25 de julio de 2014

Las habitaciones


Pieza oscura, máquina del tiempo, entrar y salir,
de jugar a la pelota en la calle
a vivir un romance infiel.

La casa familiar tiene largos pasillos,
habitaciones que conducen a diferentes
tiempos,
mis consanguíneos siguen viendo al niño
de pantalones cortos y melena con chasquilla,
otros invitados a mi biografía ven a un hombre extraño,
de mirada ingenua y perspectiva punzante.

Hombre de mediana edad,
luce abrigo y bufanda,
lo envuelve un aire de misterio, un tanto depresivo,
un tanto seductor, otros lo ignoran,
les nace cierto escepticismo verle pasar.

Como si el niño que hay en mi interior camina
cómodamente en la senda del establishment,
el adulto visita los prostíbulos de la periferia.

Incisivo en sus comentarios, tal vez resentido,
ironías mordaces que causan escozor,
mira con desdén las flores del antejardín,
el rumor proclama que sólo ve belleza en las cloacas.

Cuando Gonzalo- hombre se embarca en una
aventura seria
Gonzalo- niño siente miedo:
El adulto duda de su madurez.

Puertas que se abren,
entradas y salidas de las habitaciones,
niño y hombre se buscan y jamás
se encuentran.