viernes, 19 de diciembre de 2014

El horizonte ante nosotros


Vivir solo, en la orilla del agua sucia
tal vez todos somos periféricos
humildes, lectores nada más
no pretendemos elevar el discurso imperial
meros accidentes de este Universo infinito
el ser humano, un tropiezo del azar.

Sin embargo el torrente no se detiene
fluye cálido en nuestro interior
intensa pulsión
la adornamos con símbolos y palabras.

Estrella solitaria:
si dos miradas coinciden en ella
erigen un puente de humanidad.

Y los padres de la memoria
nos observan
omniscientes desde el Olimpo:
la tradición no muere.

Un rasguño en la roca bastaría
no en la gloria, ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción.

La huella se traza sobre piel sinuosa
en las sombras que perpetúan nuestros pasos.

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