domingo, 19 de enero de 2014

Circo


El pecado fue desafiar las alturas.

Humanidad que yace atrapada en
la red.

La contención fue el castigo,
trapecista insolente:
hebras que prolongan
sus miembros,
concentrados burócratas:
vigilan,
registran,
archivan
cada movimiento
en amarillos legajos.

Payasos se burlan con sorna
parodia grotesca,
burócratas bizarros expelen
naftalina.

Empalagosa venganza amenaza
con soltar a las bestias.

Trampa sin origen ni fin,
círculo infernal insoslayable.

Nadie acude, se desentienden.

Los funcionarios del circo están
muy ocupados en sus asuntos.