miércoles, 28 de noviembre de 2018

Babel




Extraviado entre paredes de idiomas
escucho suspiros en lenguas muertas
la cálida neblina se escabulle
me quedo solo a la intemperie

Sobre mi cabeza
el sol horada mis pensamientos
los pies arden sobre el vacío

Ecos de una mujer evanescente
me llaman y no logro verla

Interno en mi laberinto
no busco el hilo de Ariadna
sino encontrar a Asterión en el centro
aquel monstruo que habita en nosotros
para perdonarlo y reconciliarme
y ver mi cara reflejada en sus ojos

Raíces desbocadas




Contemplas absorta el paisaje
las suaves colinas
el roble que irrumpe
y la imagen
parece un espejo de agua
en tus ojos

La savia del árbol inunda tus venas
sangre o veneno, te moviliza
las ramas se prolongan en tus brazos
aguardas la tarde
al cobijo de la sombra

Muchacha, has cambiado
el largo viaje amplió tus horizontes
Penélope en busca de Ítaca
y la vida adquiere otro prisma

Las huellas que dejan tus pisadas
se desvanecen en la arena.
El tronco del que provienes
ahora busca otra tierra

Algo hay ajeno en ese verdor
calendarios viejos por el suelo.
Este horizonte no te acompaña
se disparan los puntos cardinales

El movimiento se detiene
en una oveja descarriada
de oscuro atuendo en la llanura
exiliada de su propio rebaño
que la sientes tan propia
un signo sobre tu frente

miércoles, 14 de noviembre de 2018

Espejos ondulados




Te miro por sobre el café humeante
y creo reconocer mis rasgos en tu cara
la conversación fluye
tal vez también te reconozcas
en mis ademanes

Dicen que así es el amor
verse uno mismo en la otra persona
la tarde decanta en tonos azules
y caminamos por la Alameda de noche

Pero a veces las apariencias engañan
espejos ondulados deforman tu mirada
o mis cuencas vacías proyectan monstruos
tanteando el mundo con bastón de ciego

Perdido en la arteria santiaguina
te busco entre fantasmas
con las vitrinas que irradian lo falso
y los taxis que me acechan

martes, 6 de noviembre de 2018

Deriva




Por fiordos y desconocidos canales
navega el cuerpo a la deriva
insomne, tantea islotes y litorales
en busca de una playa que lo acoja

Ignora las corrientes y sólo ansía
superar la soledad austral
discernir entre sus dedos la arena
donde edificar los palafitos de su lecho

El cuerpo mudo flota sin motivo
a sabiendas que bajo la oceánica masa
Saturno controla los designios del mar