lunes, 10 de octubre de 2016

Encierro


el prisionero recorre laberintos sin pausa
a ciegas, las paredes se estrechan
sobrevive el deseo de encontrar la playa
donde humedecer sus pies heridos

ignora que sus pasos dan vuelta,
a través de aquellas camarillas oscuras,
sobre un mismo globo ocular
mundo aislado y taciturno
cuyos horizontes han sido cercenados

para aliviar el tedio, en voz baja,
entona melodías empalagosas
resuelve cálculos mentales
evoca fotografías de infancia

agotado, sostiene el muro con su espalda,
hilvana palabras solitarias
enumera cicatrices y sellos postales
personifica su vida en soliloquios
único resquicio a su inframundo