Los
años calan hondo en los huesos, Jorge
pesan
tanto como un espejo trizado o una ilusión óptica
donde
bailan los niños de Lautaro
que
no pueden regresar a la infancia.
Estás
en una encrucijada de rutas
y
los letreros se escriben con lenguas muertas
el
magnolio reseco luce exhausto
de
un respirar absurdo y de sombras
que
desean apuñalar a quien las proyecta.
Por
la ventana de la clínica, el futuro
es
un tornado de vacío
que
evades al escribir misivas de amor
a
una muchacha de rostro evanescente.
No
se detendrá el ferrocarril en las estaciones
sólo
verás el humo de una locomotora desdibujada
los
durmientes suspendidos en el abismo
o
encaminados hacia el túnel de tu siesta.
Antes
de distinguir el atardecer
tú
sabías más que los muertos.
Poema
inspirado en el libro El molino y la
higuera (1993), de Jorge Teillier, leído en el homenaje al poeta realizado
por el Colectivo La Zalagarda, Si pudiera
encontrar una palabra. Sech, 18 de mayo de 2016.