Puede que te sientas atrapado en un desierto
sin nutrientes para crecer, roble triste
condenado a un sol abrasador
y la hojarasca descarte lluvias nuevas
Tal vez no sea el momento
El suelo tornará más ácido, o más alcalino
llegará el día en que estreches a una bailarina
entre tus ramas cansadas
y tu savia se alimente con sangre viva
Quizás una niña juegue entre tus raíces
apoye su espalda en tu tronco, ilumine su cara
y ese descanso extienda tus ramas
humedezca tu corteza, más robusto el talante
El día y la noche no aceleran su ritmo
sólo porque lo desees al estremecer la tierra
Vendrá el riachuelo a refrescar tus raíces
Si la primavera está varada en la estación del
ayer
nadie podrá detener la llegada del tren a su
destino
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