miércoles, 8 de agosto de 2018

Brújula




Santiago es un joven con determinación. Donde pone el ojo, pone la bala. Persigue sus objetivos en una carrera lineal, sin distracciones. Es un valor que le inculcaron sus padres y, para reforzarlo, pegaron anteojeras a las sienes del hijo. Sin embrago, un hada se le interpuso en su camino. Lo sedujo y tuvieron una noche de pasión a la luz de la luna. Mientras Santiago dormía, el hada deprendió las anteojeras y se las llevó consigo. El joven despertó en medio del bosque confundido. Podía ver en todas direcciones y giró en 360 grados buscando su ubicación original. Superado el mareo, ahora recorre el mundo en distintas direcciones, intenta encontrar nuevamente a la misteriosa criatura de los bosques. Tal vez ella pueda regalarle una brújula.

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