Celuloide antiguo
caduco en su lenguaje
alberga en sus imágenes un sentido
capaz de iluminar tinieblas
en esta era de confusión e ilusiones.
desafiar a La Muerte a una partida de ajedrez
para hurtar tiempo al tiempo
alcanzar a escribir unos versos
que barnicen de simbolismo la miseria
ante el avance voraz de la peste negra.
que el Cordero jamás rompa
el séptimo sello del rollo
detener los bubones o el virus
que corona la testa de los inconscientes.
que acosan al profesor Isak Borg
sentir en la propia carne
su egoísmo y soledad
vencerse a los remordimientos
de contemplar al amor de juventud
coquetear con otro mientras degustan
fresas salvajes en la pradera estival.
de otra época, rancios
pese a ridículos para estos días
invitan a abrir la puerta
a las vísceras más profundas
auscultar nuestros miedos y verdades
estanco de realidad durante el temporal.
Frescas salvajes inmortales !
ResponderEliminarAsí es, María Inés. Gran filme de Bergman, un clásico que perdura. Muchas gracias por su comentario.
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