El
rebaño sigue su ruta, alegre
una
nube blanca se hace pequeña
en
la escarpada, solitario
el
itinerario lo siento cuesta arriba.
Nacer
en el rebaño equivocado
tan
oscura de mi piel desentona
mugre
que enloda la sangre
no
tengo lana, no estoy a la altura
Las
señales del camino parecen escritas
en
un lenguaje que me es ajeno.
En
reuniones sociales, una vergüenza
el
loquito que divierte la noche.
Oveja
extraviada
hay
que encontrarle su cauce
trasquilar
su lomo a manos
de
una familia noble
reivindicar
así nuestra alcurnia
ilumínala,
Dios, devuélvele su camino.
Brumoso
veo el horizonte
hace
tiempo me decepcioné del pastor.
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