No es tiempo de rasgar vestiduras
los tropiezos son accidentes del paisaje
perder la cabeza y cruzar la Cordillera
sobre mis hombros, la culpa, rapiña
Árboles eclipsan el bosque
la antorcha irradia oscuridad
camino con la
claridad de los ciegos
desahuciado lazarillo
Buscaba ser la estrella más luminosa
para guiar reyes magos, mártires y poetas
terminé siendo un judas exiliado
y el gallo cantó más de cien veces
No necesitaba volver sobre un borrico
ni ser aclamado con ramos y oropeles,
bastaba compartir el espesor de mi sangre
y mirar con ojos transparentes
Mis pies hundidos en las grietas,
el horizonte demasiado alto
No hay comentarios:
Publicar un comentario