jueves, 11 de junio de 2015

Lecciones


“Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos”, Pablo Neruda.
Poema veinte, en “Veinte poemas de amor y una canción desesperada”.


Las promesas de amor eterno mirando la luna
quedaron sepultadas en la adolescencia.
Fue nuestro mayor tropiezo:
sobrevivientes en el desierto de carencias
la dulzura fue paño húmedo a las cicatrices


Pero había que alimentar a la prole,
hombre proveedor a fin de cuentas:
pagar el Transantiago
buscar el nuevo jumper para la Anaís
comprar jamón de sándwich para la once
aprovisionarse de cigarritos para el invierno
y las palabras de amor, sencillas y tiernas,
se hacían sal y agua


Densidad en el ambiente
gestos que discursean con enfado
ponzoña en vocablos y miradas
ni tu familia ni la mía nos querían de la mano


Sombras chinas se proyectaron de tanto
encuentro y desencuentro
sin notarlo aquella niña creció
imitando inflexiones de voz
gestos corporales
profundidad en los ojos llorosos


El volantín emprendió vuelo
el hilo a tierra que lo dirigía
tanto en tu mano como la mía, lloré
lloré por tu ausencia
y el lloro también abrazó a la adolescente
niña curiosa que danzaba alrededor
que preguntaba
que bromeaba
que buscaba abrigo


Y nosotros,
que ya no somos los mismos
nos reproducimos involuntariamente
la niña efusiva se vuelve mujer
no resucitará la pareja de antaño
nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos

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