jueves, 23 de abril de 2015

Homicidio calificado


Hay un otro en mí
al que planeo asesinar.
Homicidio necesario y productivo
cercenar raíces marchitas
ver nacer frutos sanos.
La víctima será la mirada huidiza
escurridizo niño cobarde
esconde el rostro entre decoro y formalidad

Durante la arenga a luchar
solaza una siesta
entre la espada y la pared
pasea por los cerros de Úbeda
nudos marineros resbalan,
cuerpo escamoso,
prefiere mirar bajo el agua
cómodo flota en el curso del río
nunca ha sido su decisión

Le aterra el sortilegio del destino:
no eclipsarás la figura de tu padre
onceno mandamiento marcado a fuego
sobre la frente

Descansa apoyado en los tótems
ve correr el agua que no bebe
tiende amanecer y
el ocaso, confortable hamaca
las huellas las borra el viento
o el animal sepulta el excremento

A ese tipejo no lo quiero ver ni en pintura
erradicarlo de los espejos es mi consigna
estirar una mano acogedora
refrescarlo en la piedad de mis arterias
alas desplegadas

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