lunes, 9 de septiembre de 2013

Sobre lo arcano


Calles estrechas e interminables,
trastabillar de pies
e ideas. A cada esquina
una ciudad
nueva y desconocida.
El bosque no deja ver
los árboles.

Si la existencia no fuera
un misterio,
la vida es una película
de Hollywood.
El sentido es caprichoso e inasible,
como abrazar una nebulosa
(Cortazar se remece
en su tumba).

El final de la rayuela es
el cielo,
pero ignoramos qué hay
tras el velo de
la muerte.

Por eso Jean- Paul Sartre
se encierra por días
enteros
en su biblioteca de París,
y Albert Camus fuma
angustiado
un cigarrillo en Argel.

Para ellos vencer la muerte
es besarse bajo el
Puente de los Suspiros,
y que los gondoleros
ciegos
comprendan a sus colegas
para no estrellarse
entre sí.

Pero yo desconozco Europa
y jamás he pisado
Venecia.
Sólo junto monedas
para comprarle
rosas
a mi amada
durante mis paseos
por La Vega.

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