domingo, 26 de diciembre de 2021

Los sibilinos laureles

 


… porque en nuestro país el fascismo ya estuvo hace muchas horas presente en los atentados terroristas, volando los puentes, cortando la línea férrea, destruyendo los oleoductos y los gaseoductos, frente al silencio de los que tenían la obligación de proceder: estaban comprometidos. La historia los juzgará”.

 

Salvador Allende, discurso de despedida.

 


Que las burbujas de la victoria de Gabriel
no embriaguen la mirada
ni aletarguen los reflejos necesarios
al punto de soltar la calle
ebrios en el conformismo de la seguridad
en las instituciones, en lo ilusorio
de tender cadenas al avance fascista.
 
¡No pasarán!
clamaban los anarquistas españoles
y el golpe de sangre al pavimento
forjó cicatrices que aún no sanan.
 
Pavese y Pasolini escribieron
hondos y bellos lamentos literarios
por el trauma del ascenso primitivo
de aquella bestialidad atávica
que creían extinta desde hace siglos.
 
Cabeza fría y pies en la tierra
el monstruo de siete cabezas
es ladino y traicionero
feroz como el cancerbero
a las puertas del Infierno
en el inframundo y en Santiago de Chile
Iquique, Puerto Natales, Talca o Los Vilos
alerta con el azufre sibilino
en cloacas o azulejos de alcurnia.

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