Cartón,
papel y cartulina de colores,
te
imagino en la escuela
tal
vez en séptimo básico, en Artes Plásticas
confeccionando
el calzado
con
esa habilidad que aún conservas.
Te
conocí a los seis años
era
entonces pareja de tu madre
despertaste
mi ternura
al
ver a esa niña que
tiraba
mi manga para jugar.
Ayudé
a enseñarte a leer y escribir
con
los años te entregué consejos
sin
nunca pretender reemplazar a tu padre
mas
sentía el cariño de serlo.
Tu
curiosidad e ingenio me cautivaron
tierna
compañía y soporte
de
tantas travesías por la cuerda floja.
A
los doce años me sorprendiste
con
el regalo de este zapato de cartón
sentí
llenarme de colores la piel
oxigenar
mi sangre con vida
los
colores del calzado adheridos
inundaron
mi mirada hasta hoy.
Cada
vez que siento flaquear mis piernas
observo
el zapato en la repisa del librero
el
suelo se hace más estable
y
una fuerza me motiva a seguir el camino.
Cariños! 😍
ResponderEliminar