martes, 20 de agosto de 2019

Retrato de un Roble



Muchas vetas forman un Roble
que fluye sin claro sentido
pero una geografía aparece
al ver el caudal que avanza
rugoso, ríspido y rápido
con rabia, resentimiento, rojo
como berrinche de revolucionario
rabieta ridícula, aborrecible
rata rastrera. Mas con rigor
reniega raíces y rótulos
rebelde rebenquea rabos
rabillos del ojo y rumiantes reaccionarios.
Radical, arrogante, rubicundo
recorre riscos riendo
rufián y ruin, rueda y retrocede
remueve relaves, rígido rememora
y ansía reproducirse en rizoma.

Otro macizo corre a su lado
veta recóndita e invisible
línea transparente que el tronco
silencioso silba sílabas suaves
suspiros sensibles, secretos
sereno sisea siluetas
sensual- a veces- señala
sonetos, signos sempiternos
sueña sonidos sigilosos
serpentinas sinuosas y saltarinas
es sabio y sosegado
sonríe cual sibarita sabroso
con un salmón salado
sopesa serendipias con sapiencia
saberes de sumerios o sulfatos
siente sinceras situaciones
si su savia soslaya a los siniestros.

Sí, señoras y señores
así es el Robles solitario
entre la R y la S
el árbol despliega sus ramas.

sábado, 10 de agosto de 2019

Seshat




Oscuridad radiante en el anfiteatro
despliegas versos y jovialidad
como rocío que humedece mis años
alta y con garbo de misterio
me seduce tu enigma
el perfil de tus cabellos negros
observas desde el rabillo del ojo.

Seshat, diosa egipcia de la escritura
intento con torpeza descifrarte
auscultar tu fuego interior
trazar la ruta que marcaron tus pasos.

Pero suelo tropezar con mis abismos
entre las mujeres soy un ciego
que prodiga bastonazos al vacío.

Cuánto desearía poder leerte
con el augurio del arúspice y su profecía
mas sufro de incomprensión lectora
jeroglíficos y señales escapan a mis sentidos.

domingo, 4 de agosto de 2019

Presencias




“Una en mí maté
yo no la amaba”

Gabriela Mistral




Hay voces que interpelan
aparecen en tus sueños
confunden el sonido del grafito
sobre el papel apoyado en la madera.

El llanto de Yin-Yin desde el cementerio
Laurita y Palma en pleno debate
por atraer tu mirada
la pequeña ultrajada en Montegrande
esa que hablaba en versos
que sus compañeros tiznaron el semblante.

Desterraron a la poeta a un valle sin nombre
ofrecen una recompensa por capturar
las cenizas ardientes de la Otra
criminal que se adjudica
todos esos atentados celestes.

No es culpa de las llamas, ni de la flor
ni de las resinas de tu habla.
La poesía es una ronda
de niños muertos enlazados
por murmullos de fonemas.