El estallido de las olas era ensordecedor
océano que se recoge, alarma de tsunami
niños levantando polvareda en la playa
en los binoculares advierto la herida
Con mi hija conversamos en una plaza
precedidos de un rodar incesante
interminables caminatas sin rumbo conocido
al otro lado del horizonte no asomaba el sol
El escenario de fondo son unos niños
sobre los juegos infantiles, nos observan
mientras interpretan roles señoriales
y la joven balbucea un hilo de sangre
La embarcación amenaza zozobrar
adolescente que ha extraviado sus pasos
su zapatilla juega con la gravilla en el suelo
y nota el sendero pedregoso, arisco
los cardos extienden insidia hacia sus piernas
Intento ser un faro en la tormenta
siento sobre su espalda el fardo existencial
el yunque de abolengo que arrastra a duras
penas
y los vitrales que sostienen sus pasos
Una melodía nostálgica inunda la plaza
la dulzura de la infancia es un alivio
amable ensenada al maremoto
los niños parecen tan felices
No hay comentarios:
Publicar un comentario