Ventana solitaria, un ojo asoma por entre
los visillos: la muchacha corre a los brazos de
su amante. Archivo completo, registro implacable.
Nada al azar, subrepticio orden: hay un trovador
en casa esquina, infiltrados en las reuniones,
ojos que escrutan desde balcones y pasillos.
Creemos ser libres, un título nominal,
Tibios amantes se desnudan con disimulo,
las noticias vuelan, rumores son titulares,
las piezas de ajedrez no deben desentonar
en el tablero, cada
oveja con su pareja,
saben las hojas que sus movimientos llegarán
raudos al oído del temible del Gran Hermano.
Dispuestos a hacer el amor sobre un escenario,
A puerta cerrada: el
Infierno es la mirada de
los demás. Jean-
Paul Sartre sonríe con sarcasmo.
Las paredes conversan y nosotros callamos.
Los hijos son meros muñecos de carne blanda
muy adheridos a la piel de los progenitores.
-simula bien tus
palabras, mira con recelo.
¿Capitanes de nuestro destino o grumetes de
planta baja de la mísera
sobrevivencia?