Las garzas, en movimiento cadencioso
contrastan con su hábitat
despliegue de elegante plumaje entre pantanos.
tus pequeñas piernas extendidas con gracia
la mirada severa del maestro
luego regresabas a tomar once a casa
en aquel departamento incrustado en la dictadura
Población Juan Antonio Ríos.
llamadas fuertes y características
denominadas auge, aves que seducen.
para tus acuarelas tan femeninas
motivos de doncellas, paisajes circenses
una niña llora y observa la luna
mimesis de reflejo cósmico.
Piazzolla acompañó nuestros pasos
abrió la intimidad de tu mundo
heridas del pasado, rugosidad de adoquines.
estira sus plumas e hincha su cuello.
Cafés al atardecer en la terraza
el hogar en calle Fidias fue el escenario
pavoneaba mis conocimientos sobre poetas
relataste tu época de bailarina en la TV
Anaís era pequeña, una niña de seis años.
momentos de ternura y desencuentro
persistimos en la ruta de las aves recolectoras
semillas acumuladas para el invierno.
el pequeño Elías se unió a la bandada
nido que hemos construido en diferentes geografías
arco que nos protege en zonas de intemperie.

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